Atendiendo el llamado de Jesús

"El Señor dio la orden y muchas mujeres fueron a contar las buenas nuevas"
- Salmos 68:11

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Somos una cultura

Porque somos nacidos de Dios es que nos hemos conformado como pueblo, nación santa es que estamos citadas a ser parte de aquello que nació en el corazón del Padre… millares de hijos e hijas llamados a la proclamación del Reino… la voz emite sonidos… manifestar en la tierra lo que Dios habló en el Cielo…

Jesús es libertad

Tenemos un llamado...

...que seamos protagonistas en este tiempo profético.

El estudio de la Biblia nos revela...

...la enorme influencia que debemos ejercer sobre nuestras familias, comunidad y nación.

Conscientes de la pugna a las que nos enfrentamos...

...establecer la cultura de Reino de nuestro Señor Jesucristo, para hacer retroceder el reino de las tinieblas.

Una invitación, pero también el llamado imperante...

...de anunciar el evangelio y arrebatar a las familias de nuestra nación, de las tinieblas.

En el Diseño de Dios

El llamado es a hacer de nación; norte, centro y sur de Chile, una tierra de avivamiento. La claridad de las escrituras es a levantarnos en una sola voz, entendiendo que esta asignación es al Cuerpo de Cristo, del cual somos parte.

  • Este llamado es a las hijas del Señor, al ejército de mujeres profetizado en Salmos 68:11.
  • Para ir a buscarlas, porque están en las calles, rutas, pueblos y ciudades; en sus trabajos, en diversas labores y estudios.
  • Sin distinción de edad, ni origen sociocultural.
  • En cada nación está la reserva del Señor para traer salvación y movimiento del Espíritu que transformará nuestras ciudades.

Por que somos pueblo, nación santa es que estamos citadas a ser parte de aquello que nació en el Corazón del Padre, miles de hijos e hijas conducidos a entrar por la puerta que es CRISTO. Hebreo 2:10

En la Visión del Señor

Preparando la compañía de Hijas

Esta es una palabra que por años a estado rondando mi corazón, basada en salmos 68:11; ante un mundo lleno de ideologías, el Señor profetizó de esta grande compañía, las que se encuentran en todo lugar. Pero hay que ir a buscarles.

  • Este versículo menciona a una "gran multitud de mujeres que proclaman buenas nuevas".
  • En el contexto de la cultura bíblica, es significativo que las mujeres sean vistas como heraldas de noticias importantes, algo que rompe con los estereotipos culturales de la época.
  • Por lo tanto, el rol de la mujer en el ministerio público y la proclamación de la palabra se presenta desde el Antiguo Testamento.
  • En el contexto actual, las mujeres enfrentan desafíos y oportunidades únicas. Hoy también son llamadas a ser portadoras de buenas noticias y el testimonio y la vida de cada una, pueden impactar su entorno.
  • Esta "compañía de hijas" no es solo una metáfora, sino una profecía viva para el tiempo actual.

Hay un propósito divino

El propósito es que cada una de nosotras lleve la declaración del Trono: hay buenas nuevas, hay paz, hay libertad. La palabra es llegar a millares de hijas, cada una de ellas es parte del propósito del Señor: no son números, son hijas. Como dice la palabra en la versión biblia textual "Adonay emite el parte de guerra: de las evangelizadoras hay gran multitud". Somos llamadas a reportarnos ante el Rey y llevar la declaración.

  • La declaración del Trono no es solo un mandato, sino una invitación a participar en la obra redentora de Dios en el mundo. El Señor nos llama, no como números en una lista, sino como hijas preciosas, cada una con un papel único en Su plan. Somos portadoras de un mensaje de esperanza, paz y libertad que fluye directamente desde Su corazón.
  • Responder a este llamado significa presentarnos con valentía ante el Rey, con la disposición de llevar Su mensaje a cada rincón.
  • Nuestro propósito no se limita a nuestra propia edificación, sino a la expansión del Reino, recordando que no estamos solas, sino que formamos parte de una gran comunidad de mujeres en todo el mundo que, con una misma voz, proclaman las buenas nuevas.

Así, como parte de esta gran compañía, cada paso que damos en obediencia se convierte en un acto de fe que abre caminos de salvación, sanidad, y restauración para otras hijas que aún necesitan escuchar la voz de su Padre celestial.

Mujeres con determinación

Tenemos muchas mujeres en la biblia que fueron determinadas en su tiempo, mujeres que marcaron la diferencia en su momento, destacaron en un mundo de conflicto. Desde Débora, que lideró a Israel en tiempos de guerra, hasta Ester, cuya valentía salvó a su pueblo, cada una mostró un compromiso inquebrantable con el propósito de Dios, incluso en medio de grandes desafíos. Ellas no solo se adaptaron a sus circunstancias, sino que las transformaron, convirtiéndose en agentes de cambio. Y hoy en día, el diseño del Señor no ha cambiado, tanto hombres como mujeres llamados con propósito y con ese mismo espíritu de determinación. Por ello, determinación se hace un valor; esto implica, señalar, fijar una cosa con precisión para algún efecto, decidir, declarar, resolver, definir, fijar limites, tomar una resolución, distinguir, discernir. Cada uno de estos conceptos nos dan luz a aquello por lo que somos convocadas.

La determinación no es simplemente un rasgo de carácter; es una postura de fe activa. Ser determinadas significa discernir el propósito de Dios para nuestras vidas y avanzar con confianza hacia lo que Él ha definido para nosotras.

  • Es tener la claridad de fijar nuestros ojos en Su voluntad, de establecer límites frente a las distracciones.
  • Y de resolver, con convicción, seguir adelante en nuestro llamado, sabiendo que nuestra determinación puede ser la chispa que inspire a otras a levantarse también.
  • Así, la determinación se convierte en nuestra respuesta al llamado divino, siendo luz en medio de la oscuridad y marcando la diferencia como lo hicieron tantas mujeres antes de nosotras.

logo corporativo Para Compañía de Mujeres

"Estimadas consiervas, me dirijo a ustedes con amor, para invitarles a un plan de parte de nuestro Señor."

Isabel Fernández

Apóstol MCA

"A lo largo de la historia, han existido mujeres maravillosas, con increíbles talentos, habilidades y destrezas; por consiguiente, han sido mujeres trascendentes, que han dejado un enorme legado a las siguientes generaciones. Sin embargo, no siempre fueron valoradas y reconocidas, mas bien, muchas veces sufrieron discriminación, abuso y subestimación. Pero a pesar de ello, podemos encontrar la enorme influencia de la mujer en la Biblia, el libro de los libros, la Palabra de Dios. Se suele pensar, que las mujeres de los tiempos bíblicos eran débiles peones en un mundo de hombres poderosos; mas, el cuidadoso estudio de la Biblia nos revela, la enorme influencia que tenían las mujeres sobre su familia, su comunidad y nación. Sabemos que solamente la proclama del Reino de nuestro Señor Jesucristo puede hacer retroceder el reino de las tinieblas. Por este motivo, les extiendo la invitación, pero también el llamado imperante... La Escritura dice en:

  • Salmos 68:11; en dos versiones
    LBLA: El Señor da la palabra; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud.
  • JBS: El Señor dará la palabra; de los evangelizadores habrá un gran ejército.

En el Espíritu de esta palabra, es que creo que son tiempos de que millares anunciemos el evangelio y arrebatemos a las familias de nuestra nación, a las tinieblas. Y publiquemos el amor del Padre, sabiendo que hay muchos que están engañados y solamente el mensaje de nuestro Señor puede transformar las vidas y llevarlos a la verdad de su Palabra. El mensaje es claro y evidente: “somos sal de la tierra”; y somos nosotros, los hijos de Sión, los llamados a traer libertad a nuestra nación, de parte de nuestro Señor. Estamos bajo la comisión de Dios y su Reino, para y por aquéllas que están en distintas posiciones como: dueñas de casa, labores diversas, trabajadoras sociales, profesionales, educadoras, etc. el hacer con ellas una verdadera “compañía de mujeres”. Y por supuesto nosotras, las ministras del Señor, servidoras en el Reino, haciendo la obra de nuestro amado Señor cada día, es que podamos convertirnos en aquéllas que levantamos el mensaje de Dios, en medio de una sociedad que está sin respuesta, moribunda, y que sólo el mensaje del Señor puede traer libertad.

  • 1:5 “Y este es el mensaje que hemos oído de Él, y que os anunciamos: Dios es Luz y en Él no hay tiniebla alguna".

Este llamado es a las hijas del Señor, al ejército de mujeres profetizado en Salmos 68:11, para ir a buscarlas, porque están en las calles, rutas, pueblos y ciudades; en sus trabajos, en diversas labores y estudios. Aquí, en la Región Metropolitana, tuvimos nuestro primer encuentro, el congreso de COMPAÑÍA DE MUJERES “LEVANTA TU VOZ", donde fueron tres días de tremenda bendición e impartición, convocando a pastoras y discípulas para llevar el mensaje. Ante un mundo en decadencia y motivado por ideologías invadidas de pensamientos feministas, abortistas y anti-diseños en cuanto a la familia, es que se hace imperativo el trabajo en conjunto como cuerpo y las invito a que de esta misma forma (JUNTAS), podamos realizar seminarios, congresos y cuanto el Señor nos inste, en las distintas localidades de nuestra nación; y ser parte de este ejército convocado por el Espíritu del Señor.

  • Citando nuevamente la palabra:
    Salmos 68:11 El Señor da la palabra; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud.

Nos seguimos reuniendo entre pastoras de diversas congregaciones, entendiendo que es el Señor quien nos ha convocado. Cordialmente a ustedes, mujeres de propósito."

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